martes, 8 de marzo de 2011

¿CÓMO IBA YO A SABER...?

Durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, nuestro profesor nos hizo un examen sorpresa.
Yo era una estudiante consistente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que llegué a la ultima:

- ¡¿Cual es el nombre de la mujer que limpia la escuela?!

Seguramente esto era algún tipo de broma - me dije-.
Yo había visto muchas veces a esa mujer. Era alta, de cabello oscuro, de unos 40 años; pero ¿cómo iba yo a saber su nombre?

Entregué mi examen, dejando la ultima pregunta en blanco.
Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la ultima pregunta contaría para la nota del examen.

- Absolutamente - dijo el profesor-. En sus carreras ustedes conocerán a muchas personas. Deben aprender que todas son importantes. Todas ellas merecen su atención y cuidado, aunque sólo les sonrían y digan: ¡Hola! o ¡Gracias!

Nunca olvidé esa lección.
También aprendí que el nombre de la mujer que limpiaba mi escuela era Elena.



 Aplícate el cuento.


Felicidades mujer trabajadora.


7 comentarios:

  1. ¡Una gran lección que deberían aprender muchos! Todas las personas son importantes y todos los trabajos son respetables y necesarios.
    ¡Besos!

    ResponderEliminar
  2. Curiosa la pregunta, me imagino la sorpresa al verla en un examen. Seguro que en los siguientes días la pobre Elena no entendería, las amplias sonrisas y saludos por su nombre, que le dedicabais a partir de ese examen.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Muy buena lección..... creo que el mundo funcionaría mejor si todos nos la aplicáramos


    Saludos

    Carmen

    ResponderEliminar
  4. Estupendo relato, solo valorando lo más pequeño podemos ser conscientes de algo.

    Un beso y felicidades

    ResponderEliminar
  5. Qué gran lección! Muchas veces no prestamos atención a los que están a nuestro alrededor, y sin ellos, nosotros no seríamos nada.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  6. Isabel, muchas veces vamos de prisa y sobre todo a clase que casi siempre ibamos con la hora en el "culo" como soliamos decir. Creo que ese era el motivo por no saber el nombre de la limpiadora porque seguro que el "Buenos dias" no faltó nunca. Un beso querida amiga.

    ResponderEliminar
  7. Esta sencilla lección es la muestra de que nadie es más que nadie.

    Gracias chicas por dejar vuestra esencia.
    Felicidades!!

    ResponderEliminar