Un anciano que tenia un problema de miopía, se consideraba un experto en evaluación de arte.
Un día mientras visitaba un museo con su esposa y algunos amigos, se dio cuenta de que se había olvidado sus gafas en casa y no podía ver los cuadros con claridad.
Sin embargo, eso no le freno en manifestar sus fuertes opiniones.
Tan pronto entraron en la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas.
Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo.
Con aire de superioridad dijo:
- El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre está vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa.
En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto.
El anciano siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró decirle en voz baja:
- Querido, estás mirandote en un espejo...
Ya lo decia mi padre... no hay nada tan atrevido, como la ignorancia....
ResponderEliminarBesos de colores con aroma a navidad
Ciertamente, era yo.
ResponderEliminarLo preocupante fue que no me puse las gafas -hubo excusa- por parecer más guapo y joven. Las guardé en un bolsillo. Pido perdón desde la humildad.
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Un beso.
Para meditar.
ResponderEliminarPrecioso cuentecillo.
Un beso.
Mª José,
ResponderEliminarque sabio es tu padre...
Besos de colores con aroma a Navidad tambien para ti.
Jose Alfonso,
ResponderEliminarjajaja...
Quedas perdonado, hombre.
Un beso.
Thot,
ResponderEliminarhay tantos cuentos para meditar...o para mayores, como yo los llamo.
Gracias y felices fiestas.