Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales,
que terminar los estudios, triunfar en una carrera o mantenerse delgada.
Es
ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se
laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen,
tomen leche…
Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, las palabrotas,
los novios y las novias; sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran
la puerta en las narices, porque no están en nada..
Es quedarse desvelada esperando que vuelvan los hijos de la fiesta y,
cuando llegan hacerse la dormida para no fastidiar.
Es temblar cuando el hijo aprende a conducir, anda en moto, se afeita,
se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas.
Es llorar cuando ve a los niños contentos y
apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo.
Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera,
médico, policía y confesor sin cobrar sueldo alguno.
Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan.
Es decir que “son cosas de la edad” cuando la mandan al carrizo.
Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida
y que llora de emoción porque uno se acuerda de ella una vez al año:
el Día de la Madre.
El peor defecto que tienen las madres es que mueren antes de que uno pueda
retribuirles parte de lo que han hecho.
Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano.
Por suerte hay una sola. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.
Por suerte hay una sola. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.
Isabel Allende.
Para ti que también eres madre, que tengas un bonito día...